Cuando bostezo
Hoy quiero compartirle una anécdota cuando voy a realizar bicicleta, como parte de la rutina de cardiovascular. Realizar bicicleta es uno de las actividades deportivas que favorece mayormente a las mujeres, no solo elimina la fastidiosa grasa que afea nuestras piernas sino que tonifica los músculos de las piernas, para hacernos más bellas cuando lucimos pantaloncillos o minis, pero para eso hay que tener un poco de voluntad y constancia se puede lucir unas buenas piernas que otras envidiaran.
Todo va muy bien hasta que por alguna razón, comienzo a bostezar como una loca, si estoy ejercitarme espero sudar muchísimo, pero bostezar como si estuviese aburrida eso no lo entiendo. Hay quienes dicen que le bostezo no tiene ninguna explicación científica, pero resulta que otra parte de las personas aseguran que es una respuesta del cuerpo cuando el cerebro necesita una dosis de oxígeno, es por ello que aparecen los bostezos. Parece algo tan descabellado pero pasa más a menudo de lo que parece.
Solía pensar en lo perezosa que soy, porque me atacaran los bostezos mientras hago ejercicios, incluso dejo la bici a un lado para irme a otras modalidades de cardiovascular, evitando que comience a abrir mi boca y otros me miren hasta incomodarme. No sé cómo evitar que aparezcan, pero definitivamente debe haber una manera para que desparezcan. Hay quienes piensan que esto esta relacionado con una baja de azúcar o de la baja ingesta de carbohidratos, pero esa teoría no puede ser tan cierta porque no es mi caso, siempre estoy en los límites para el consumo de este grupo de alimentos.
Debo hacer un seguimiento estricto de lo que me llevo a la boca todos los días, porque siempre me veo tentada a pasar los límites de lo que debo comer, sobre todo con los dulces. Yo misma tengo que actuar como una especie de cerrajero que busca que no se pasen los límites los intrusos al interior, es una analogía de un profesional nutricionista, de esas calorías malhechoras que buscan alterar el equilibrio correcto de mi salud. Pero siempre hay algo que hacer en el caso que sobre pasen las tentaciones, una buena sesión de bicicleta me ayuda a mantener mi índice calórico en sus lugar.
Nunca esta demás que ante cualquier duda sobre tu condición fisíca siempre es mejor consultar a un médico, para que chequees tus valores y saber si todo está marchando correctamente, no quiero renunciar a realizar bicicleta ya que sus beneficios en mi apariencia física son los que deseo, aparte de la facilidad para lograr el nivel de cardio que necesito en mi rutina de ejercicios. Mientras tanto seguiré bostezando, para que mi cerebro tome el nivel de oxigeno que necesite. Espero no caer desplomada al suelo, porque no me siento agotada como que eso sucede, convencida que a más de uno le ha sucedido esta misma situación, es muy seguro que no sea nada de qué preocuparme más que de sacudirme lo perezosa que puedo ser para asumir un compromiso fitness.